El mundo tiene un sinfín de objetos perdidos en las
profundidades del mar y de la tierra, listas para ser descubiertas por
arqueólogos y para entender, un poco más, cómo vivían y cómo era la cultura de
las antiguas civilizaciones. En Países Bajos, un grupo de especialistas halló
la primera evidencia del uso intencional de beleño negro como medicina o
narcótico -durante el período romano- en un hueso de animal sellado con un
tapón de alquitrán.
Este impresionante descubrimiento se realizó en las
excavaciones del asentamiento de Houten-Castellum, en Países Bajos, durante el
2017. En el mismo, encontraron un curioso hueso de fémur de animal, ahuecado,
que había sido modificado para contener en su interior cientos de semillas de
beleño negro y sellado con un tapón de alquitrán de abedul negro. ¿Qué quiere
decir esto? Que esta es la primera prueba concreta de que esta planta fue
utilizada por los romanos como medicina o narcótico.
Para dar un paso más en este estudio, el equipo detrás de
este hallazgo comparó las semillas del beleño con algunas encontradas en otros
sitios para ver si había alguna clasificación. No obstante, rápidamente quedó
claro que las descubiertas en Housten-Castellum son las primeras muestras de
beleño negro de la época romana.
Qué es el beleño negro
El beleño negro es una planta muy venenosa, que en la
antigüedad se utilizaba para elaborar pociones anestésicas que, por sus
propiedades psicoactivas, inducían al que las tomaba a alucinaciones. En el
caso del médico y botánico griego, Pedanio Dioscórides, la recomendaba como
sedante y analgésico, mientras que Plinio el Viejo, historiador, describió al
beleño como una sustancia de la naturaleza del vino, por lo tanto, “ofensiva
para el entendimiento”.
La doctora Maaike Groot, autora principal de la
investigación y zoo arqueóloga de la Universidad Libre de Berlín, dio más
detalles de esta particular planta. “Dado que la planta puede crecer
naturalmente dentro y alrededor de los asentamientos, sus semillas pueden
terminar en sitios arqueológicos de forma natural, sin intervención humana. Es
por eso que generalmente se clasifica entre las plantas y malezas silvestres en
los estudios arqueobotánicos”, introdujo.
Del mismo modo, añadió: “Nuestro estudio contribuye a la
discusión sobre cómo distinguir entre una maleza que termina naturalmente en
conjuntos arqueobotánicos y una planta utilizada intencionalmente por la gente.
Sostenemos que los futuros hallazgos de beleño negro deberían estudiarse
teniendo en cuenta el contexto del hallazgo y su relación con otras plantas
medicinales”.
En conclusión, esta investigación dio como resultado que en
este caso las semillas de beleño negro de Housten-Castellum fueron colocadas
dentro del fémur de cabra a propósito como si se tratara de un contenedor.
El mismo mide 7,2 centímetros de largo y fue sellado con un
tapón creado con corteza de abedul negro. El resultado de la investigación
dieron que el hueso pertenece a los años 70 y 100 d.C, basándose en el tipo de
cerámica y el broche de alambre que fueron encontrados en el mismo lugar donde
se encontró este hueso ahuecado.